Damas equipadas por el Espíritu

Damas equipadas por el Espíritu

Unas 76 vigorosas mujeres de nuestro templo disfrutaron de un cálido ambiente espiritual y reconfortantes momentos en la presencia de Dios durante el campamento de damas celebrado en septiembre en Bonao.

Con la predicadora invitada, la pastora María Luis Tejada procedente de Baní, se desarrolló el tema “Equipadas por el Espíritu” con el objetivo de que el Espíritu Santo equipara a cada dama con todo lo necesario para vivir llenas del conocimiento de Dios y de obediencia a la Palabra.

La presidenta del Concilio Femenil del Templo El Calvario, Adalgisa Corona, nos envió la siguiente reseña de los temas tratados en el campamento.

1 – Equipadas para la guerra
Efesios 6:10 en adelante.

Se nos exhortó a estar preparadas antes de la batalla, tomando toda la armadura de Dios, las cuales se logran con la obediencia a la Palabra, la oración y el ayuno.

2 – Equipadas para Dar Frutos.
Juan 15:16

El fruto debe permanecer y ser constante. El Señor nos escogió desde antes de la fundación del mundo para ejercer una función o ministerio. Nos escogió para que diéramos fruto. Debemos cuidarnos de no realizar nuestra función porque la Palabra dice que el pámpano que no da fruto es cortado y echado afuera.

3- Equipadas para Reinar.
Esther. 2:9-14

No es un reinado que eleve el ego, o que exija que se nos brinde pleitesía(Porque siervas inútiles somos).

Nos equipa para reinar en el temor de Jehová y ejercer con autoridad un gobierno que nos ayude a establecer el reino de Dios y su justicia en nuestra vida, en la familia, en la casa casa, en el trabajo, en la universidad.

Finalmente, la hermana Tejada llamó a la hermana Leo Perdomo quien nos ministró también basada en el libro de Esther, y nos explicaba que al igual que la reina Esther fue preparada con mirra y luego ungida con aceite. Que el Señor nos pasa por la mirra, nos va quitando toda imperfección e impureza y una vez que estamos limpias nos equipa con el Espíritu Santo para poder reinar.

De manera que el Espíritu Santo nos equipa para la guerra, con las armas espirituales mediante oración, lectura de la palabra y el ayuno. Nos equipa para dar frutos y esos frutos deben ser permanentes y deben manifestarse. Nos equipa para reinar estableciendo el reino de Dios en cada aspecto de nuestras vidas y quitando todas las imperfecciones, para luego ungirnos con el aceite fresco del Espíritu Santo.

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