Google Maps Timeline o la dictadura del celular

Google Maps Timeline o la dictadura del celular

¿Cuántas unidades de celulares –móviles- hay en el mundo? ¿Cuántos ciudadanos utilizan este valioso y “siemprepresente” aparato en el globo terráqueo?

Hace unos años algunas publicaciones recientes indicaban que había más celulares que gente. La población mundial se estimaba en ese entonces en 7,400 millones de personas y en el mundo se registraban 7,700 millones de suscripciones a teléfonos móviles.

Más de 8 de cada 10 personas tienen cobertura móvil; casi la mitad de la población mundial tiene acceso a internet y tiene ordenador con conexión en casa.

La República Dominicana cuenta con muchos avances en materia de comunicación y los móviles no son la excepción. Estadísticas del Indotel aseguraban que en el país había en 2017 casi 9 millones de líneas en operación de telefonía móvil (pospago y prepago). De cada 100 dominicanos, 90 tienen el aparato.

Esa demanda es producto del crecimiento constante del uso de internet y de la aplicación de nuevas tecnologías en la educación, la salud, las políticas públicas, el ocio y el comercio.

El celular lo tiene todo: teléfono, radio, televisión, cine, libros, satélite, aplicaciones que facilitan la vida en todos los renglones, todos los contenidos que brinda el internet. Con estos aparatos nos informamos, comunicamos, divertimos, trabajamos, negociamos, vigilamos, ganamos dinero, estudiamos, oramos….

Pero el celular también es un perfecto policía, agente de espionaje, guachimán e intruso. ¿Por qué lo digo?  El Google Maps Timeline me envía cada mes un informe de cada paso que doy en los movimientos habituales de la vida.

Casi siempre lo paso por alto. Apenas le dedico unos cuantos minutos y me olvido del tema, sin embargo, a mediados en una ocasión recibí un Historial de Ubicaciones que todavía me asombra.

Soy una persona de pocas salidas, de vida sobria, que la pandemia ha fortalecido, por eso mis números son bajos. Me informa el Google que en el 2021 estuve en 1 país, 4 ciudades, 67 lugares, detallados con días y horas. Recorrí 4,445 kilómetros consumiendo 597 horas.

El asunto es más serio todavía porque descubrí que tiene un buscador de rutas donde se consignan los movimientos de varios años con mes, año y día: 4 países, 29 ciudades y 245 lugares visitados.  En el 2019 participamos en un tour que abarcó Bélgica, Países Bajos, Turquía e Israel y para mi asombro repasé el viaje porque están registrados, incluso con fotografías.

Todo ese seguimiento, del mínimo rastro, gracias al celular y al uso del internet y porque mantuvo activo ese historial de ubicaciones. Luego aprendí cómo desactivarlo.

Conclusión: estamos siendo espiados constantemente. Cada día dependemos más del celular, pero uno de nuestros mejores amigos, podría convertirse en uno de nuestros peores enemigos. Así como salen muchas bondades, salen muchas maldades.

Usemos el celular, pero cuidémonos también del celular.

¿Está el internet –con el celular incluido- jugando a Dios o queriendo ser Dios? Si esa idea está dentro de los cerebros de sus creadores y su afán de controlar la vida de los ciudadanos del mundo estarían transitando por un sendero peligroso.

Esa facultad divina la tiene el creador que se ratifica, por ejemplo, en el salmo 139:7-8:  A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.

Y Jeremías 23: 23-24 lo reitera ¿Soy yo un Dios de cerca –declara el SEÑOR– y no un Dios de lejos? ¿Podrá alguno esconderse en escondites de modo que yo no lo vea? –declara el SEÑOR. ¿No lleno yo los cielos y la tierra? –declara el SEÑOR.

Por último, recordar lo que expresa Proverbios 15:3 que “en todo lugar están los ojos del Señor observando a los malos y a los buenos.”.

A los malos, primero.

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