La hermana Atala

La hermana Atala

Simplemente la hermana Atala.

Detrás de ese nombre sale a la luz la vida de una maestra de siempre, orientadora de miles de niños y niñas que crecieron bajo su influencia, descendiente de educadoras cuyos nombres están escritos en el libro de oro de la historia de la enseñanza formadora de valores y conocimientos y del patriotismo de la República Dominicana.

Atala Santoni Roques viuda Inchàustegui se rindió a los brazos de su Señor el miércoles 19 de abril del 2023, a la edad de 83 años y 7 meses.

Ya no la veremos con su destreza para ser la primera en buscar y leer los versículos en la Escuela Bíblica de los domingos; tampoco cómo disfrutaba las movidas alabanzas en los tiempos de adoración con sus movimientos rítmicos y vueltas a la redonda con los brazos levantados.

No la veremos personalmente, pero sí la recordaremos cómo a pesar de su edad avanzada y doblegado su cuerpo por la enfermedad que la afectó durante varios años, recibía con entusiasmo y gozo a los hermanos que la visitaban en su hogar para cantar coros y orar con ella.

Su familia escribió la siguiente semblanza que resume gran parte de su vida:

“Atala Santoni Roques Vds Incháustegui

Nació una mañana del 26 de septiembre de 1939 en la Calle Sánchez, donde ocho años antes, había sido fundado el Colegio Santa Teresita, por su madre María de Lourdes Roques Martínez y sus hermanas Minetta e Itha. Su padre Pascual Santoni Koch, la mimó todo el tiempo por ser su único retoño.

En 1942, inicia su escolaridad en el Colegio que le ha acompañado a lo largo de toda su vida.

Desde pequeña le encantaba el deporte y a la hora de las carreras terminaba compitiendo con los varones del curso ya que le ganaba a todas las  niñas.

Se gradúo de bachiller en el 1954, siendo en ese año la primera Promoción del Santa Teresita.

En su último año del bachillerato conoce a un joven estudiante de medicina, Sergio Rafael Inchaustegui, hijo del poeta Héctor Incháustegui Cabral, quien seis años después se convertiría en su compañero inseparable. Al finalizar el bachillerato, ingresa al Colegio Santo Domingo a estudiar dos años de Educación Comercial Bilingüe.

En el 1959 se gradúa Sergio de médico y el 14 de junio día de la Invasión (Constanza, Maimón y Estero Hondo contra la tiranía trujillista) casan y salen en el último vuelo disponible rumbo a Chicago y luego Michigan para la especialización en Pediatría de su esposo; allí es donde nacen sus tres hijas, Cristina, Amalia y Victoria.

A pesar de tener el Dr. Inchaustegui excelentes ofertas para ejercer la Pediatría en los Estados Unidos, Doña Atala se niega y se regresan a la Patria añorada.

Luego de la Guerra de Abril en el 1967 el Colegio Santa Teresita se muda a su local actualmente Gazcue y asume la Dirección Doña Atala por 31 años hasta que en 1999 le entrega las riendas del Colegio a su segunda hija la Dra. Amalia Incháustegui de Hernandez, actual directora.

Licenciada en Educación, Maestría en Educación Sexual, Maestra Consultora de la National Geographic Society; fundadora de los Michigan Partners y La Alianza Geográfica Dominicana.  Colaboró en la Liga Intercolegial Deportiva, Educa, Visión Mundial, Insapec, Unión Nacional de Colegios Católicos entre otras, siempre brindando desinteresadamente sus conocimientos.

Confesò que fue en estos últimos años en los que se ha dedicado a dar clases de educación en la Fe Cristiana que ha logrado su mayor satisfacción llevando la Palabra de Dios a los jóvenes del Colegio Santa Teresita.”

La hermana Atala en sus largos años de ejercicio del magisterio y sus aportes a la educación desde muy joven, tiene detrás el ejemplo de su madre y de sus tías quienes se unieron para el 3 de marzo de 1931 con 13 alumnos de kínder abrir el Santa Teresita, primer colegio privado mixto laico, pionero en muchos aspectos.

El poeta y escritor Enriquillo Sánchez calificó a esas educadoras como “las 3 mujeres que sentaron la patria en un pupitre”. Fue uno de los pocos espacios democráticos del país según la doctora Milagros Ortìz Bosch.

Su madre Lourdes fue “cómplice de las tramas anti trujillistas de Minetta”. Sus deberes cívicos y patrióticos les abrieron las aulas a los hijos de los opositores presos o exiliados sin cobrarles un centavo. A través de un complicado mecanismo Minetta recibía y distribuía a sus familiares, la correspondencia de los dominicanos enemigos de Trujillo que vivían fuera del país.

La hermana Atala conoció el evangelio a través de su hija Victoria que como su madre era una ferviente creyente de la fe tradicional.

A finales de los años 60 y principios de los 70 en la iglesia popular se produjo un movimiento de renovación carismática que llegó al país impactando muchas vidas que luego necesitaron una experiencia más profunda.

Atala no fue ajena a esa ola espiritual junto a su esposo (ambos eran líderes católicos), pero instada por su hija se negaba a dar el paso hacia Cristo reconociéndolo como su Señor y Salvador.

Dice su hija Victoria que, estando su padre, el doctor Inchaustegui postrado en cama por un cáncer, ambos se convirtieron al evangelio. Recuerda que tuvo un sueño con su madre, se apresuró a hablar con ella y le dijo “mami, tienes que creer y con tu boca confesar y creer que Jesús es el Señor”.

“Ella me dijo, mi hija yo creo, y le respondí que el creer bíblico transforma, levanta, liberta, cambia porque es nacer de nuevo. Eso lo recuerdo. Y recuerdo que a mi papá ya sentado en su cama le vinieron a dar la ostia; mi papá se tapó la boca. El cura le preguntó, doctor y qué pasa, y le contestó no necesito eso tengo a Cristo en mi corazón. El cura se arrodilló y dijo póngame la mano y ore que yo necesito lo que usted tiene”.

Cuenta Victoria que en esos años el Espíritu Santo continuó trabajando con la familia y cuando su padre falleció, comenzaron a asistir al Templo El Calvario donde la hermana Atala permaneció firme en la fe hasta la hora de su partida.

Los pastores y toda la congregación lamentan la ausencia física de la hermana Atala Santoni Roques viuda Inchustégui, pero regocijados de quevsolamente es una pérdida temporal porque ella resucitará en el día postrero.

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Periodista y presidente del Ministerio de la Pastoral Familiar del Templo el Calvario.