EBEN-EZER

El juez y profeta Samuel realizaba un holocausto a Jehová cuando aparecieron los filisteos para pelear contra los israelitas. Este hombre de Dios no se lleno de miedo ante la aparición del ejército enemigo, sino que continuó adorando y clamando a Jehová, el cual les dio una gran victoria contra el ejército invasor. Samuel pensó que era necesario recordar esta gran victoria que el Altísimo les había concedido, y

Tomando una piedra la colocó entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-Ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová” (1 Samuel 7:12).

El profeta Samuel conocía muy bien a Jehová de los ejércitos, el poderoso en batalla, el que hace grandes maravillas y que es misericordioso, a tal punto que

Si fuéremos infieles, él permanece fiel” (2 Timoteo 2:13).

Este siervo de Dios sabia como Dios había llamado a Abraham para que de él se formara una nación grande; como Dios sacó a su pueblo de la esclavitud egipcia; como guió a su pueblo en el desierto durante cuarenta años; como ayudo a ese pueblo a conquistar la tierra prometida a Abraham, Isaac y Jacob; y finalmente, componían a sostenido a su pueblo rodeado de naciones paganas y enemigos hasta el día en que bajo el liderazgo de Samuel les concedió esta gran victoria.

El Dios de Samuel y de nosotros “es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (Hebreos 13:8). Confiando en ese Dios Todopoderoso fue que el pequen o grupo de hombres y mujeres que componían la membresía del Templo El Calvario en los años ochenta del pasado siglo, apoyó e hizo suya la visión pastoral de construir templo a Jehová. Después de más de 30 años en oración y poniendo la fe en acción, Dios ha sido fiel y nos ha ayudado a inaugurar su templo, faltando tan solo la séptima etapa. Confiamos que el que comenzó la buena obra la terminará; nuestro Dios continuara bendiciéndonos con todo género de bendición, pero mientras tanto podemos decir:

EBEN-EZER, hasta aquí nos ayudó Jehová, y confiamos que nos continuará ayudando.

¡AMÉN!

Rvdo. Félix Hernández

Pastor y fundador de la Iglesia de las Asambleas de Dios Templo el Calvario, Santo Domingo, Rep. Dom.