Frutos, Dones y Ministerios Espirituales – IV

Frutos, Dones y Ministerios Espirituales – IV

El Señor Jesús hizo referencia a los frutos en sus enseñanzas durante su ministerio en la tierra. Entre sus muchas menciones a los frutos dijo:

Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento” (Mateo 3:8).

Al hablar sobre los falsos profetas, Cristo dijo:

Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así  que, por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7:15-20).

De modo que el fruto del Espíritu es el distintivo del creyente.

El gozo es el segundo de los frutos señalados por el apóstol Pablo en su epístola a la iglesia de Galacia. Moisés, el gran legislador exhorta al pueblo de Israel diciendo que: si desobedecían a Dios vendrían maldiciones sobre ellos,  y se refiere a la siguiente causa que generaría ese efecto:

Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas” (Deuteronomio 28:47).

Después que el pueblo de Israel regresó del exilio que duró setenta años, fueron reunidos en una plaza de la ciudad para escuchar la lectura del libro de la Ley. Al terminar la lectura el pueblo afligido comenzó a llorar, y el sacerdote Esdras les dijo:

…No os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza” (Nehemías 8:10).

El fruto del gozo adorna la carta del apóstol Pablo a la iglesia de Filipo (Filipenses 1:4: 2:2; 4:1). En las cartas a Timoteo, a los Romanos, a los Corintios, el libro de Hebreos y las epístolas generales también resalta este fruto del Espíritu.

La paz es el tercer fruto del Espíritu mencionado por Pablo en Gálatas 5:22. Este fruto que los exegetas definen como descanso o reposo aparece de manera reiterativa en el Antiguo Testamento, Jehová dice:

Y yo daré paz en la tierra,  y dormiréis,  y no habrá quien os espante…” (Levítico 26:6).

David dice:

En paz me acostaré, y asimismo dormir; porque sólo tú, Jehová, me haces vivir confiado” (Salmos 4:8).

En el Nuevo Testamento, Cristo dijo:

La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27).

La paz es una aliada permanente de la santidad (Hebreos 12:14).

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Pastor y fundador de la Iglesia de las Asambleas de Dios Templo el Calvario, Santo Domingo, Rep. Dom.