Frutos, Dones y Ministerios Espirituales – V

Los nueve Frutos del Espíritu mencionados por el apóstol Pablo en el libro de Ga latas se dividen en tres grupos de tres cada uno. El primero de estos frutos esta compuesto por el amor, el gozo y la paz. Puesto que “Dios es amor” (1 Juan 4:8); “el gozo de Jehová es vuestra fuerza” (Nehemías 8:10); y Cristo dijo: “Mi paz os doy” (Juan 14:27), son frutos que nos conectan en dirección vertical con la divinidad. Los tres frutos siguientes que estaremos tratando este mes: Paciencia, benignidad y bondad funcionan en dirección horizontal, hacia nuestros semejantes.

El fruto de la paciencia es definido por algunos teólogos de la siguiente manera: Soportar las ofensas y malas caras de otros, sin murmurar, sin resentimientos ni agravios (Efesios 4:1,2). Esperar en Dios en medio de las pruebas es otro significado del fruto de la paciencia. La palabra paciencia es una transliteración del griego Makrotynia. Isaac, el hijo heredero del patriarca Abraham, demostró mucha paciencia mientras habitaba en Gerar y cuando intento habilitar los pozos que habían pertenecido a su padre, los pastores de ovejas de aquel lugar se lo impidieron en dos ocasiones, reclamando el derecho de posesión de estos pozos, e Isaac pacientemente cedió en dos ocasiones, y al abrir el tercer pozo concluyo la oposición de los adversarios. (Génesis 26:17-22). El apóstol Santiago hace mención de Job como un hombre que con paciencia soporto la aflicción (Santiago 5:11). Job perdió a sus hijos e hijas, perdió todos sus bienes, su salud, su esposa lo abandono y sus amigos lo culparon por lo que estaba pasando; pero e l siguió firme y paciente confiando en Dios, aunque lo matara.

El fruto de la paciencia es necesario en cada creyente, pero es importante saber que las pruebas producen este fruto del Espíritu (Santiago 1:2,3). Y Pablo dice: 

que la tribulación produce paciencia” (Romanos 5:3).

El fruto de la paciencia es resaltado en la mayoría de las epístolas paulinas, así como en la carta a los hebreos y las epístolas de Santiago y Pedro. El Sen or reconoce la paciencia de las iglesias de Éfeso y Tiatira (Apocalipsis 2:2, 3,19). Cristo dijo a todos sus seguidores:

Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas” (Lucas 21:19).

¡Cuán importante es el fruto de la paciencia en la vida de todos y cada uno de los creyentes!

Rvdo. Félix Hernández

Pastor y fundador de la Iglesia de las Asambleas de Dios Templo el Calvario, Santo Domingo, Rep. Dom.