Frutos, Dones y Ministerios Espirituales – XXI

Frutos, Dones y Ministerios Espirituales - XXI

El apóstol Pablo continúa hablando acerca de los Dones Espirituales en su carta a los Romanos donde comienza diciendo: “De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada,…” (Romanos 12:5). Los dones aparecen aquí como un regalo de Dios que los humanos no merecemos, por la gracia de Dios, uno de sus atributos o perfecciones mediante el cual, el creador manifiesta su actitud generosa y favorable hacia nosotros. La gracia proviene del amor sin límites de nuestro Padre celestial. El apóstol de los gentiles escribe diciendo: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no es de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2:8).

El apóstol inicia esta lista de los dones presentando el de profecía, sugiriendo que debe usarse “conforme a la medida de la fe”. El don de profecía se manifestó en diferentes lugares y situaciones en el Nuevo Testamento: Pedro, que además de manifestarse en él el don de discernimiento de espíritus en el caso de Ananías y Safira, también profetizó palabras de juicio que se cumplieron contra estos esposos mentirosos que trataron de mentirle a Dios (Hechos 5:1-11). El autor del libro de los Hechos de los apóstoles dice que Felipe el evangelista “tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban” (Hechos 21:8,9). Un profeta de nombre Agabo, profetizó acerca de una gran hambre que vendría en toda la tierra habitada; y más adelante profetizó el encarcelamiento de Pablo (Hechos 11:28; 21:10). El apóstol Pablo al dedicar los capítulos 12-14 de primera Corintios a los dones, da una importancia reiterada al de profecía.

El autor de la epístola a los Hebreos inicia su primer versículo diciendo: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo…” (Hebreos 1:1,2). El Dios Todopoderoso tiene a bien repetir los asuntos más importantes, por lo cual la creación de la raza humana aparece en los capítulos uno y dos de Génesis; y los diez mandamientos se encuentran registrados en Éxodo veinte y se repiten en Deuteronomio capítulo cinco. El don de profecía, por su importancia y doble función se repite al comienzo y al final de primera de Corintios capítulo doce, razón por la cual repetimos el don de profecía en esta entrega. Cuando se manifiesta el don de géneros de lenguas, también se hace presente el don de profecía por medio de la interpretación de lenguas; lo mismo sucede cuando se predica la palabra bajo la unción del Espíritu Santo, que también se convierte en profecía.

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Pastor y fundador de la Iglesia de las Asambleas de Dios Templo el Calvario, Santo Domingo, Rep. Dom.