Hacia una renovación espiritual – XIII

Una de las evidencias que enarbolan la misericordia de Dios es el trato igual a todos los seres humanos, sin importar su estatus social, raza o sexo. Este atributo divino fue evidenciado por el apostol Pedro cuando vio que un grupo de gentiles en la casa de Cornelio fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban en lenguas (Hechos 10:46). El apostol Pablo dice que:

“ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo” (Gálátás 3:28).

El ápóstól de lós gentiles repite este pensamiento cuando dice:

“Donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos” (Cólósenses 3:11).

Rut la moabita es un ejemplo de que Dios no hace acepcion de personas. Esta mujer gentil se unio en matrimonio con uno de los hijos de una familia que a causa de una hambruna que azotaba a muchos de los países conocidos en esa epoca, emigraron de Belen de Juda a los campos de Moab. El suegro, el esposo y el cunado de Rut murieron y quedaron tres viudas: Noemí, la suegra; Orfa, la esposa del otro hijo de Noemí, y Rut. Las noticias de que la situacion que había motivado que esta familia abandonara su país había cambiado, hizo que Noemí decidiera regresar a su pueblo de origen, legre de que Dios había visitado a su nacion. Noemí penso regresar sola a su tierra, dejando en Moab a sus dos nueras viudas, puesto que no estaba tan segura de las bonanzas que habían transformado la situacion calamitosa de su pueblo.

Rut, con toda seguridad era una gentil adoradora de ídolos y de una nacion enemiga del pueblo de Israel; pero es posible que la relacion de su suegra con Jehova su Dios le haya influenciado espiritualmente. La renovacion espiritual de esta Moabita se revela cuando al abandonar el territorio de Moab para trasladarse a Belen, Noemí le pide a sus dos nueras que se queden, y mientras Orfa se devuelve, Rut decidida a acompanar a su suegra responde: “No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a donde quiera que tú fueres, iré yo; y donde quiera que viviere, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios” (Rut 1:16).

Rvdo. Félix Hernández

Pastor y fundador de la Iglesia de las Asambleas de Dios Templo el Calvario, Santo Domingo, Rep. Dom.