Homilía

Y Noemí dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella. Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios” (Rut 1:15,16).

El libro de la Biblia que lleva el nombre de una de estas dos mujeres, registra la historia de ambas: Noemí, suegra de Rut, la cual salió de la aldea de Belén a causa de una escasez de alimentos que azotó a todo el pueblo de Israel. Noemí junto a su esposo y sus dos hijos se trasladaron a tierra de Moab huyendo de la situación calamitosa que se había presentado en su país. Los hijos de Noemí crecieron en aquella tierra extranjera, y ya adultos tomaron esposas moabitas; pero al poco tiempo murieron sin dejar hijos, y también murió su padre, quedando Noemí viuda y sin hijos en aquella tierra extranjera.

Dada esa situación, Noemí decidió regresar a Belén después de escuchar que la situación calamitosa había cambiado; las dos nueras quisieron acompañarla, pero después que Noemí les hizo algunas explicaciones, Orfa desistió del viaje, pero Rut insistió en acompañarla, lo cual estuvo de acuerdo con la voluntad de Dios, pues al casarse en Moab con un pariente de su difunto esposo llego a ser bisabuela del rey David y sobre todo, una de las ascendientes gentiles de Jesús, el Dios-hombre.

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Pastor y fundador de la Iglesia de las Asambleas de Dios Templo el Calvario, Santo Domingo, Rep. Dom.