Hora de pasar balance

Los fines de año se toman para pasar balance. Los negocios y empresas  cierran sus transacciones y  determinan ganancias o pérdidas. Las instituciones evalúan el logro o no de sus objetivos. Los medios de comunicación escogen las principales noticias sacando conclusiones negativas o positivas.

En lo personal, los individuos también piensan si el año le fue mejor o peor en lo económico, en sus relaciones con los demás, en lo profesional, etc.

Y en lo espiritual, sacamos balance?

Un autor anónimo escribió lo siguiente como una guía para pensar en la vida espiritual del cristiano.

“Muchos entran en la iglesia, pero la iglesia no entra en ellos.

Muchos piensan en otras cosas mientras se predica….y luego son los que dicen que se predica sin poder.

Muchos desconocen el poder de la oración, y luego son los que se quejan de que Dios no les contesta las oraciones.

Muchos no diezman ni ayudan en nada, y son los que se quejan

De que Dios no los bendice materialmente,

Muchos son los que van en busca de bendiciones, y a pedir todo lo que necesitan, pero ellos no le han dado a Dios ni de lo que les sobra. Muchos en su hogar se olvidan de Dios y luego se quejan de que Dios no les toca el corazón a los suyos.

Muchos juegan con el pecado, y luego se quejan de que Dios les da pruebas.”

Ante el 2018, qué retos se nos presentan? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? (Romanos 8:35)

O en cambio, bondades, prosperidad, éxitos, bendiciones, felicidad o posiblemente logros personales jamás obtenidos?

El mejor deseo de Dios para nosotros y así debemos confesarlo y buscarlo es el cumplimiento de lo que dice Pablo en Efesios 4:13, trabajar hasta que….lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.

Feliz 2018.

Luis Alberto Díaz

Periodista y presidente del Ministerio de la Pastoral Familiar del Templo el Calvario.