La biblia en la familia

Si Jehová no edificare la casa, en vano trabaja aquellos que la construyen.

El primer versículo del Salmo 127 nos enseña que el Dios de la Biblia es el soporte de cada hogar cristiano. Él es quien lo cuida, lo guía, es el fundamento de esa casa.

A Jehová de los Ejércitos se le conoce a través de su Palabra. En este mes de la Biblia, ya concluyendo, es pertinente recordar que cada hogar debe ser regido por las Escrituras.

En nuestro país, es difícil usted no encontrar por lo menos un ejemplar del libro sagrado. Pero la pregunta inmediata es: cuánto se lee? En muchos hogares se mantiene abierta en el Salmo 91 o el Salmo 23 en una especie de talismán o para alejar los malos espíritus.

En los Estados Unidos la Sociedad Bíblica Americana realizó un sondeo y determinó que 9 de cada diez hogares tiene una Biblia, pero más de la mitad no la lee. Nadie se sorprende del por qué de las desviaciones morales y espirituales de la sociedad norteamericana.

Otros datos reveladores de esa realidad los ofrece un estudio que hizo en el 2017 la Pew Research Center en base a una encuesta hecha a 4,729 personas. También 9 de cada 10 residentes en los Estados Unidos acepta que hay un ser superior, pero una pequeña mayoría cree en Dios como lo describe la Biblia.

La casa en las Sagradas Escrituras simboliza el hogar. El hogar está integrado por la familia. Si esa familia no tiene su fundamento en Dios y en su Palabra, está construido sobre paja y hojarascas.

Que este recién pasado Mes de la Biblia nos haya servido de recordatorio de que la Palabra de Dios debe estar en cada hogar, no como un simple adorno sino para establecer que es “útil para enseñar, redargüir, instruir en justicia a fin de que el hombre de Dios sea enteramente preparado para toda buena obra”.

Luis Alberto Díaz

Periodista y presidente del Ministerio de la Pastoral Familiar del Templo el Calvario.