La familia
El origen de la familia antecede al de otras instituciones sociales como son la iglesia y la escuela, entre otras. Mientras la escuela fue establecida formalmente durante el Imperio Romano, el cual tuvo su hegemonía antes y después de Cristo, comenzando su decadencia en el año 476 de la era cristiana cuando Roma fue invadida por los Bárbaros. La iglesia, otra institución de gran connotación socio-espiritual en el mundo, no obstante estar concebida en la mente de Dios antes de la creación del universo, fue fundada el Día de Pentecostés después de la ascensión de Cristo. La familia a diferencia de las instituciones mencionadas, fue creada por Dios en el Huerto del Edén el sexto día de la creación.
Cuando el Altísimo crea al hombre del polvo de la tierra y lo forma a su imagen y semejanza, y más tarde lo pone a dormir y le extrae una costilla para formar una mujer, tenía un propósito bien definido: formar la familia, que mas tarde se convertiría en tribus y más adelante en naciones, y puesto que para cumplir las etapas de este largo proceso, debían procrear, “varón y hembra los creó” (Génesis 1:27). El hombre, desde los tiempos de Sodoma y Gomorra ha tratado de distorsionar el propósito divino de la familia, realizando prácticas sexuales contrarias a ese propósito de Dios concerniente a la orden impartida a la primera pareja humana: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra…” (Génesis 1:28). Esta ordenanza divina no puede cumplirse con la práctica de relaciones íntimas entre individuos de sexos iguales.
La familia creada por Dios creció hasta convertirse en naciones, y en lugar de fortalecerse espiritualmente, tomaran el camino de la rebelión contra su creador a tal punto, que Dios envió el juicio del diluvio donde solo se salvaron Noé y su familia, puesto que Dios vio que la maldad de los hombres era mucha en la tierra y que todos sus pensamientos tendían al mal (Génesis 6:5). Años más tarde, cuando ya la familia de Noé se había multiplicado de tal manera que ya contaban con un líder llamado Ninrod, volvieron a rebelarse contra Dios, y se dispusieron a construir una ciudad y una torre, conocida como “La Torre de Babel”, cuya altura llegara al cielo (Génesis 11:1-9). En esta ocasión el juicio divino no fue la exterminación, sino “la confusión de lenguas”.
Recent Sermons
Principios bíblicos del reino de Dios-Parte 2
julio 23, 2024
Principios Bíblicos del reino de Dios (Parte 1)
junio 22, 2024
La Grandeza de Dios
octubre 22, 2021