La palabra «Pastor» en la Biblia

El cuarto domingo de noviembre, las Asambleas de Dios lo fijaron como el Día del Pastor con el fin de que la congregación honre de alguna manera a quien orienta la grey. En este breve escrito nos referiremos al término en la biblia.

La palabra pastor aparece por primera vez en Génesis 4:2 cuando señala que Abel, hijo de Adán, era pastor de ovejas. Viene del hebreo ro”eh que aparece 62 veces en el Antiguo Testamento y el término se relaciona con alimentar. Se usa con referencia a Dios, el Gran Pastor, quien apacienta y alimenta a las ovejas (Salmo 23). En ese sentido, es Jacob el que lo menciona por primera vez en Génesis 49:24 (por el nombre del Pastor, la Roca de Israel).

Ra”ah en el hebreo es pastar, pacer, pastorear, apacentar. Aparece 170 veces. Tiene que ver con la manera en que los animales domésticos se alimentan a campo abierto bajo el cuidado de un pastor. Tiene también un uso metafórico cuando indica la relación de un líder con su pueblo (2 Samuel 5:2).

Si nos trasladamos al Nuevo Testamento, en griego el término es poimen. Tiene 3 usos importantes, el primero en sentido natural, que es cuando un pastor cuida una manada o un rebaño no solamente para alimentarlo, sino vela por su seguridad física y geográfica (Mateo 9:36; Juan 10: 2,12).

También la palabra en griego presenta a Cristo como el pastor por excelencia (Juan 10:11) y a los que ejercen el pastorado en la iglesia de Cristo (Efesios 4:11).

Los pastores al frente de una congregación tienen el alto deber y vocación de conducir y apacentar y de acuerdo a I Pedro 5:12 lo involucra en un cuidado tierno y una supervisión correcta de la misma.

Ser pastor siempre ha sido una labor difícil, mucho más en tiempos modernos por la proliferación de tantas herejías sutiles, interpretaciones antojadizas de la Palabra, manipulaciones, técnicas de control mental y voracidad económica, entre otros males. Además, bregar con gente no es fácil.

Cada pastor en cualquier lugar del mundo debe seguir la recomendación de Hechos 20:28, mirar por ellos mismos y por el rebaño “en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos para apacentar la iglesia del Señor, la cual el ganó por su propia sangre”.

Luis Alberto Díaz

Periodista y presidente del Ministerio de la Pastoral Familiar del Templo el Calvario.