La Reforma, primer germén del pensamiento moderno

La Reforma, primer germén del pensamiento moderno

Este 2018 marca el 501 aniversario de la Reforma Protestante. El mundo cristiano evangélico siempre celebra ese extraordinario y determinante acontecimiento que marcó la historia de la humanidad. Por considerarlo de interés, compartimos hoy varios párrafos de Tomás Gómez Bueno de su libro “La Iglesia del V Centenario de la Reforma Protestante.”

La Reforma Protestante del siglo XVI implicó cambios significativos no solo para la vida eclesiástica y para la teología, sino para todo lo que en sentido general define la vida y sus relaciones consustanciales. Sin desconocer la notable influencia del movimiento humanista, la Reforma Protestante, sin dudas representó una ruptura con la tradición intelectual de su tiempo y se convirtió en el primer germen del pensamiento moderno.

Con la afirmación de la Sola Escritura la Reforma rechazó el magisterio y la autoridad del Papa como las fuentes que determinaban la verdad divina y teológica y estableció las Escrituras como la única regla de fe y práctica para la vida del pueblo de Dios. Según las confesiones reformadas, es el Espíritu hablando por las Escrituras quien es el Juez Supremo de todas las disputas y cuestiones teológicas…

Para Lutero, la justificación por medio de la fe es el principio fundamental de toda su reforma religiosa. Basta la fe en la verdad del mensaje de Cristo para alcanzar la plena salvación. El reformador atacó la educación monacal y defendió la lengua materna frente al latín. Lutero dio prioridad al habla del pueblo, puesto que solo así podrían leer e interpretar la Biblia, para ello tradujo su texto al alemán, resolviendo así el problema de su difusión.

En términos globales, la Reforma constituyó un importante impulso hacia la implantación de la instrucción universal, la formación de las escuelas populares destinadas a la formación de las clases más pobres y el control de la instrucción por parte de las autoridades laicas.

La iglesia, como agente gestor del Reino de Dios, tal como lo hicieron los reformadores del siglo XVI, tiene la responsabilidad de denunciar los males que se manifiestan en este mundo, al tiempo que anuncia la esperanza de una vida mejor aquí y ahora.

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Periodista y presidente del Ministerio de la Pastoral Familiar del Templo el Calvario.