Personajes Bíblicos Ejemplares – XXIII

Personajes Bíblicos Ejemplares – XXIII

Cristo dijo: “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de nuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos” (Mateo 5:44,45). En esta parte del “Sermón del Monte” podemos interpretar que los cristianos no estamos exentos de pruebas, tentaciones y aflicciones, y que la única diferencia entre los siervos del Altísimo y los hijos de las tinieblas es que, mientras los primeros confían en Dios en los momentos difíciles, los segundos no tienen en quien confiar.

Las palabras de Cristo y el argumento presentado en este mensaje pastoral es puesto en práctica en el caso de la aflicción de Job, un siervo del Altísimo que vivió durante la época de los patriarcas. El autor del libro que lleva el nombre de Job comienza haciendo una breve introducción biográfica de este siervo de Dios, diciendo que era “un varón perfecto, y recto, temeroso de Dios y apartado del mal” (Job 1:1). El autor de este libro hace extensiva esta biografía haciendo referencia a sus hijos e hijas, los bienes y servicios que poseía, que lo elevaban a una grandeza por encima de todos los orientales de su tiempo. El autor también hace referencia a la intercesión ante Dios que Job hacía cada día por sus hijos e hijas por si acaso habían pecado o blasfemado contra Dios.

En el caso de Job nos damos cuenta como Satanás acusa a los hijos de Dios a toda hora, con la finalidad de destruir su fe en el Todopoderoso Dios. El omnipotente Dios le permitió a Satanás tentar a Job, a fin de probarle que su siervo era fiel. La prueba que se convirtió en aflicción comenzó con la destrucción de todos los bienes y servicios de Job y más tarde con una enfermedad física terrible; la esposa lo abandonó, los amigos que llegaron para consolarlo, comenzaron a acusarlo; pero Job se mantuvo firme diciendo: “Jehová dio y Jehová quitó, sea su nombre bendito”; y “aunque me mate, en él esperaré”. De esta manera Job mantuvo firme su fe en el Creador de todo lo existente.

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Pastor y fundador de la Iglesia de las Asambleas de Dios Templo el Calvario, Santo Domingo, Rep. Dom.