Principios Bíblicos del reino de Dios (Parte 1)

  • La expectativa judía del reino de Dios
  • Su interpretación del AT

Isaías 9:6-7: 7 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. 7 Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

Daniel 2:44: Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre.

Otras referencias: Ezequiel 37:24-25, Daniel 7:13-14

Para Israel el reino de Dios consistía en: 

  • El Mesías rey, descendiente de David que los libertaría del dominio político de otras naciones
  • No necesitaban un mesías que quitaría el pecado, pues ellos eran salvos por el hecho de formar parte del pacto y guardar la ley.
  • Interpretación incorrecta de las profecías escatológicas sobre el Mesías
  • Hoy siguen esperando exactamente lo mismo, anhelan la aparición del Mesías

La nación de Israel se confió en que Dios los había escogido por encima de todas las naciones y sin importar sus pecados Dios los perdonaría y cumpliría sus promesas con ellos. No comprendieron que Dios no solo espera un compromiso ritual o religioso, sino una transformación interna, una vida santa lejos del pecado. Israel sólo se enfocó en los beneficios políticos, económicos y materiales del reino de Dios, no en lo espiritual.

Nosotros corremos el mismo peligro que Israel, podemos pensar que ser cristiano se trata de recibir todas las bendiciones de Dios, sin importar las consecuencias de nuestros pecados o estilo de vida. Soy hijo de Dios y por eso estoy bendecido, prosperado y en victoria, si tengo esto significa que Dios está conmigo. Sin embargo, Dios nos demanda obediencia a su palabra, un corazón humillado ante él y disposición a confiar en él a pesar de las pruebas y crisis que podamos enfrentar. No se trata de buscar las bendiciones de Dios primero, sino confiar en Jesús por lo que él hizo en la cruz del calvario, obedecerle de todo corazón y dejar que él me bendiga cuando y como él decida.

 

  • El anuncio del reino de los cielos

Por Juan el bautista:

Mateo 3:1-2: 1 En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, 2 y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

Por el Señor Jesucristo:

Mateo 4:17: Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

  • Tanto Juan como Jesús presentaron el arrepentimiento como un requisito para experimentar el reino de los cielos. Dejan ver que el reino de Dios era algo más que el dominio político del Mesías.
  • Para un israelita esto era un disparate, pues ellos no necesitaban arrepentirse de nada, ya que el perdón de sus pecados se obtenía por ser parte del pacto y guardar la ley.

Para experimentar el reino de Dios en nuestras vidas debemos ser humildes, dejar atrás los prejuicios que nos controlan y someternos a la voluntad de Dios. No se trata de lo que yo pienso que es el reino de Dios, sino de lo que Jesús dijo que es.

  • ¿Qué es el reino de Dos?
  • ¿Qué no es el reino de Dios?

Lucas 19:9-11: 9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. 10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. 11 Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente.

Hechos 1:6-7: 6 Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? 7 Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;

Los discípulos de Jesús pensaban que el reino de Dios consistía en que Jesús derrotaría de forma sobrenatural al imperio romano y le devolvería la independencia política a la nación.

Aunque habían pasado más de 3 años con Jesús, los doce todavía no comprendían la misión de Jesús y cómo ellos tendrían un papel importante en la misma. A nosotros nos puede pasar igual, podemos suponer que el reino de Dios se trata de cumplir mis sueños y anhelos, pero nada que ver con cumplir los sueños de Dios.

Para ti, ¿Qué es el reino de Dios?

  • ¿Qué sí es el reino de los cielos?

“Es dominio de Dios en la vida del cristiano, teniendo una dimensión temporal (en este mundo) y una dimensión eterna (en la presencia de Dios).”

  • Es el dominio de Dios en mi vida 

Mateo 6:10: Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

La palabra “venga” (Ἐλθέτω elthéto) y “hágase” (Γενηθήτω genethéto), ambas se encuentran en modo imperativo, lo que expresa un mandato o un ruego. En el pasaje se refiere a que debemos rogar, suplicar, pedir, anhelar profundamente que Dios establezca su voluntad y dominio en cada aspecto de nuestra vida. Es reconocer que mi vida existe para cumplir el plan de Dios, no el mío.

Honestamente, ¿estás viviendo para cumplir el plan de Dios con tu vida, o sólo buscas que Dios bendiga tus planes y hacer lo que te da la gana?

El problema es que muchas veces vivimos para nosotros, hacemos nuestra voluntad por encima de la de Dios. Es mi reino, el control de lo que sucede lo tengo yo, ej.: “en esta casa se hace lo que yo digo”, “es mi negocio y hago lo que yo quiera”, “es mi vida y haré con ella lo que yo diga”. Cuando vivo para mi reino, tarde o temprano termino fracasando, me equivoco, entonces viene el dolor y el sufrimiento por mis malas decisiones. Ahí puedo hacer 2 cosas, o culpo a Dios por lo que estoy pasando o reconozco mi desobediencia y me arrepiento.

Romanos 14:17: porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.

Vivir en el reino de Dios implica obedecer la Palabra de Dios para cada área de mi vida, significa pedir la dirección del Espíritu Santo en qué carrera voy a estudiar, la persona con quien me voy a casar, el negocio que quiero emprender, etc. Pero esto no se da automáticamente, tenemos que dedicarnos con todas nuestras fuerzas a escuchar la voz del Espíritu Santo y clamar por la dirección de Dios en mi vida.

  • Dominio eterno de Dios

Es el dominio eterno de Dios que experimentarán los creyentes al estar en su presencia (Mt.25:31, 26:29; Mr.14:25; Lc.22:16-18)

Lucas 22:14-18: 14 Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles. 15 Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! 16 Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios. 17 Y habiendo tomado la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros; 18 porque os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga.

Mateo 25:31: Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria.

Cuando estemos en la presencia de Dios su reino se establecerá completamente en nuestras vidas, ya no tendremos las tentaciones que nos alejan de hacer la voluntad de Dios. Pero debemos ver este reino temporal como una preparación, un trailer de lo que nos espera al estar con Cristo. Esto nos impulsa a cada día someternos al reino de Dios, para que ya no viva yo, sino que Cristo viva en mí.

  • ¿Cómo se manifiesta el reino de Dos?
  • A través de sanidades y milagros

Lucas 9:10-11: 10 Vueltos los apóstoles, le contaron todo lo que habían hecho. Y tomándolos, se retiró aparte, a un lugar desierto de la ciudad llamada Betsaida. 11 Y cuando la gente lo supo, le siguió; y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados.

Mateo 9:35: Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

Jesús evidenciaba el reino de Dios al sanar a los enfermos, conectaba el mensaje del evangelio con las sanidades físicas. Cuando hacemos la voluntad de Dios nos preparamos para experimentar todo tipo de milagros en nuestras vidas. 

  • Al echar fuera demonios en el nombre de Jesús

Mateo 12:26-28: 26 Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? 27 Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. 28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. 

Cuando el reino de Dios se manifiesta los demonios tienen que huir. Sólo una persona que vive bajo el dominio del Espíritu Santo puede echar fuera un demonio, pues es necesario mantener una profunda comunión con Dios para discernir y reprender las fuerzas demoníacas que se manifiestan. Mi experiencia.

  • Al testificar de Cristo con el poder del Espíritu Santo

 Hechos 1:8: pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Cuando vivimos el reino de Dios somos testigos efectivos de Cristo, llevamos el evangelio a las personas y las señales nos siguen. 

Conclusión:

  1. Desde el AT había una gran expectativa por la venida del reino de Dios
  2. El reino de los cielos es “el dominio de Dios en la vida del cristiano, teniendo una dimensión temporal (en este mundo) y una dimensión eterna (en la presencia de Dios).”
  3. El reino de Dios se manifiesta:
  • A través de sanidades y milagros
  • Al echar fuera demonios en el nombre de Jesús
  • Al testificar de Cristo con el poder del Espíritu Santo.
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Pastor Juvenil del Templo el Calvario.

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