Una feliz coincidencia

Una feliz coincidencia

Noviembre es el mes de la familia y en nuestro movimiento el último domingo es el Día del Pastor, coincidencia feliz porque quien orienta una congregación es un padre espiritual preocupado por la salud de sus hijos.

El padre responsable, mucho más si su cabello plateado señala su edad, es un caudal de experiencias y sabiduría como lo enseña la siguiente historia bajo el tema “No botes el cajón.”

Un anciano chino, demasiado viejo para trabajar, permanecía tranquilo en el pórtico de su casa, mientras su hijo y el resto de la familia araban la tierra. El hijo lo mira y piensa “este viejo todo los que hace es comer y producirnos gastos. Como no aporta voy a deshacerme de él.”

Construye un cajón, lo arrastra bruscamente y obliga a su ´padre a meterse dentro, le coloca la tapa y la clava fuertemente. Lo arrastra hasta lo alto de una montaña. Al llegar, el viejo se da cuenta de las intenciones del hijo y desde el interior la voz del padre se oye: “sé lo que vas a hacer conmigo….pero déjame darte como padre un último consejo.

Tírame por el despeñadero, pero conserva el cajón porque muy probablemente tus hijos llegarán a utilizarlo dentro de unos años.”

En Gálatas 6:7 el apóstol Pablo afirma que Dios no puede ser burlado porque todo lo que hombre sembrare, eso también segará.

Qué mejor ocasión en este mes de la familia pensar en nuestros viejos (dicho con cariño), compartir con ellos, apreciarlos y honrarlos.

Y en este Día del Pastor felicitar y honrar al ángel de la Iglesia. Los pastores han de ser honrados “porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta.” (Hebreos 13:17).

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Periodista y presidente del Ministerio de la Pastoral Familiar del Templo el Calvario.