Principios bíblicos del reino de Dios-Parte 2
En la primera parte nos enfocamos en qué es y cómo se manifiesta el reino de Dios, para tener una vida cristiana victoriosa. Identificamos que:
- Desde el AT había una gran expectativa por la venida del reino de Dios
- El reino de los cielos es “el dominio de Dios en la vida del cristiano, teniendo una dimensión temporal (en este mundo) y una dimensión eterna (en la presencia de Dios).”
- El reino de Dios se manifiesta:
- A través de sanidades y milagros
- Al echar fuera demonios en el nombre de Jesús
- Al testificar de Cristo con el poder del Espíritu Santo
Ahora descubramos ¿Cómo podemos ser parte del reino de Dios?
- Debemos nacer de nuevo
Juan 3:1-5: Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. 2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. 3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
- Para ver el reino de Dios
V2 “sabemos que has venido de Dios como maestro”
Los líderes judíos reconocían que Jesús era un maestro enviado por Dios, pero no el Mesías. A pesar de su conocimiento religioso y posición, no podían comprender lo que Dios estaba haciendo. El reino de Dios no se comprende a través de la sabiduría humana, sino por la guianza del Espíritu Santo en el creyente. No se trata de que, como tengo muchos años siendo cristiano, soy líder en la iglesia o pastor, ya por eso no necesito orar y buscar la dependencia del Espíritu Santo. Al contrario, se supone que debo depender mucho más de su dirección para mi vida.
“De cierto, de cierto os digo”: esta frase significa que lo que se dirá a continuación es extremadamente importante y debe prestarse toda la atención.
V3 “el que no naciere de nuevo”
“Nacer de nuevo”: La palabra que traduce “naciere” es γεννηθῇ gennethé, y significa nacer o engendrar. Es muy importante que este verbo se encuentra en modo subjuntivo, lo que se refiere a una “posibilidad que está basada en la relación cercada que hay entre 2 personas”. Pero γεννηθῇ también se encuentra en voz pasiva, esto implica que no soy yo el que hace la acción, sino que alguien más realiza la acción y los efectos recaen sobre mí.
Esta única palabra de Jesús transmite la siguiente idea: “Porque te amo y eres especial para mí, quiero que nazcas de nuevo, pero no lo harás con tus propias fuerzas, sino que yo te haré nacer de nuevo.”
Dios quiere transformarnos para que seamos más como su Hijo Jesús, que dejemos atrás la mentira, el odio, la fornicación y toda forma de pecado.
V3 “ver el reino de Dios”
La palabra que traduce “ver” es el verbo ὁράω joráo, que significa “experimentar; percibir mental o espiritualmente”.
“Ver el reino de Dios significa discernir cómo Dios está obrando a través de una circunstancia.”
Muchas veces el Señor permite que pasemos por enfermedades, crisis económicas, etc., todo con el propósito de probarnos y aumentar nuestra fe. En esos momentos no interpretamos esto como la voluntad de Dios, y nuestra primera respuesta es reprender y pedir a Dios que nos de la salida. Orar siempre será la solución, pero debemos orar con entendimiento, preguntando al Espíritu Santo: ¿por qué está pasando esto?, ¿es la consecuencia de algún pecado, es un ataque del maligno o es una prueba de parte de tuya?
Ilustración: unas gafas para leer cambian nuestra perspectiva.
La forma en que interpretemos lo que sucede definirá cómo vamos a responder ante la crisis. Un ejemplo de esto es la actitud de Pedro cuando Jesús fue arrestado, Juan 18:10-11 dice: 10 Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco. 11 Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?
Jesús estaba viendo el cumplimiento del plan de Dios y estaba dispuesto a entregar su vida, sin embargo, Pedro veía las cosas desde otra perspectiva, no podía aceptar que el reino de Dios se establecería con la muerte de Jesús.
Igual que Pedro, frecuentemente no entendemos cuál es el propósito de Dios, no vemos su reino.
Medita un momento: ¿Padre celestial, qué situaciones difíciles estás permitiendo en mi vida para cumplir tu plan conmigo?
Cuando comprendemos que Dios está en control de todo lo que está pasando, tenemos paz, y sin importar la enfermedad, la crisis económica o el conflicto en mi familia, confiamos en que el reino de Dios se establecerá.
- Para entrar en el reino de Dios
V5 el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
Nacer de agua: el bautismo en agua, demostrar con acciones que hemos muerto al pecado y resucitado con Cristo.
Nacer del Espíritu: es la obra interior que hace el Espíritu Santo en nuestra alma, la regeneración.
Mientras que, ver el reino de Dios significa “discernir cómo Dios está obrando a través de una circunstancia.” Entrar en el reino de Dios significa “actuar en obediencia a eso que él está haciendo.”
Un ejemplo de esto lo vemos en Hechos 16:11-41. Aquí se narra cómo Pablo y Silas predicaron en la ciudad de Filipos, y por echar fuera un demonio de una joven que era usada como adivina, les dieron una golpiza y los encarcelaron. Sin embargo, ambos confiaban en que Dios tenía el control, y a media noche mientras cantaban himnos a Dios, sucedió un terremoto tan grande que los cimientos de la cárcel se sacudieron, las puertas se abrieron y las cadenas de los presos se soltaron. Cómo resultado el carcelero reconoció el poder de Dios, sacó a Pablo y Silas de la cárcel, creyó en el Señor Jesús y fue bautizado él con toda su familia.
Pablo y Silas comprendieron que Dios tenía un plan con lo que estaba sucediendo, por eso actuaron en obediencia. El carcelero se dio cuenta que estos hombres servían al Dios verdadero. En tu trabajo, en tu lugar de estudios, ¿tus compañeros buscan tu ayuda en oración o un consejo de parte de Dios cuando pasan por un momento difícil?, ¿se dan cuenta que tu eres parte del reino de Dios?
- Debemos ser guiados por el Espíritu Santo
Mateo 16:13-20: 13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? 14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. 15 Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. 19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos. 20 Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús el Cristo.
- Para creer y confesar a Jesús como el Salvador (v16-17):
V16 Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente: Para reconocer a Jesús como el Salvador, es necesario que el Espíritu Santo nos convenza de pecado y nos muestre la necesidad que tenemos de Cristo. En ese momento debemos creer en Jesús y confesarlo como nuestro Señor, Romanos 10:10 “Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.”
- Para nacer de nuevo (v18):
¿Por qué Jesús le cambia el nombre a Simón?, para los hebreos el nombre representaba la identidad, quien era la persona, cada nombre tenía un significado que influenciaba a la persona. En el AT vemos como Dios cambió el nombre de varias personas con las que tuvo un trato especial, Ej: Abram por Abraham, Jacob por Israel. Cuando Dios hace esto, es como si le dijera, “estoy cambiando tu identidad, tu pasado, tu presente, y te doy un nuevo futuro”. Pero también los maestros judíos en tiempos de Jesús tenían la práctica de cambiar el nombre de sus discípulos, lo hacían como símbolo de una transformación espiritual y madurez del discípulo.
El nombre Simón proviene del verbo hebreo שָׁמַע shamá “escuchar, oir”, el nombre Pedro proviene del griego Πέτρος petros, significa roca, piedra. Es como si Jesús le dijera: “te estoy haciendo un hombre nuevo, ya no serás sencillamente el que escucha, sino que serás un hombre firme como una roca”. Cuando entramos en el reino de Dios, el Espíritu Santo transforma nuestra identidad, pasamos de ser criaturas de Dios a hijos de Dios.
- Para ser edificados sobre la roca (v18):
“sobre esta roca edificaré mi iglesia”
La palabra “roca” proviene del gr. πέτρα petra, “masiva formación de rocas, montaña”. Mientras que Pedro es sencillamente una roca, Jesús es la montaña. Este pasaje tiene un gran valor teológico, pues el catolicismo romano ha interpretado que la iglesia está fundamentada en el apóstol Pedro, y de ahí sale la autoridad del papa. Pero el Señor Jesucristo enfatiza que la iglesia es edificada sobre él mismo, no sobre ningún hombre.
Aquí Jesús enseña una verdad fundamental del reino de Dios: la iglesia es edificada cuando Dios se revela al ser humano y este pone su fe en Jesús como el Hijo de Dios, como resultado su identidad es transformada y nace de nuevo.
- Para destruir el reino de Satanás (v18):
y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Las puertas del Hades se refiere al reino Satánico, la esfera de operación demoníaca. Jesús no está diciendo que Satanás atacará a la iglesia, al contrario, enfatiza que la iglesia atacará al maligno y su reino no podrá mantenerse en pie contra la iglesia de Cristo.
Amigo que nos visitas, la única manera de destruir el dominio satánico en tu vida, es si te arrepientes de tus pecados y pones tu fe en Cristo. En ese momento comienzas a formar parte del reino de Dios, de la iglesia de Jesucristo, y pasas de ser atacado, a ser un guerrero de Dios contra las fuerzas del maligno. Si estás viviendo bajo la opresión satánica en tu vida o familia, hoy Jesucristo te puede libertar y darte una vida nueva.
Cuando vivimos en el reino de Dios somos guiados por el Espíritu Santo, y podemos discernir cuando enfrentamos un ataque del maligno. En ese momento no debemos temer, sólo debemos resistirlo en oración y santificación, y el muy cobarde saldrá huyendo (Stg.4:7).
- Para usar las llaves del reino (v19):
V19 a ti te daré las llaves del reino de los cielos: Jesús dice “a ti”, pero se ¿refiere únicamente a Pedro?, la respuesta es no, sino que toma a Pedro como ejemplo de la persona que ha creído que Jesús es el Cristo y lo confiesa.
¿Qué son las llaves del reino? Es la autoridad delegada por Dios para declarar quien entra o no en el reino de Dios. Esa autoridad no se basa en nuestro poder, sino en el nuevo nacimiento que opera el Espíritu Santo en nosotros.
Ilustración: un juego de llaves
Es como si Jesús dijera: “A los que creen en mí y me confiesan, les daré la autoridad para que declaren quien entra o no en mi reino, esto lo pueden hacer porque ya me conocen y son capaces de discernir quien ha nacido de nuevo o no.”
- Para atar y desatar (v19-20):
Todo lo que atares…todo lo que desatares.
Atar: del gr. δέω déo, significa “amarrar, confinar una persona; constreñir por la ley y el deber”.
Desatar: del gr. λύω lúo, significa “soltar, liberar, deshacer”.
Es una autoridad espiritual que Jesús da al creyente que ha nacido de nuevo. Pero esta autoridad no se ejerce en la forma que yo desee, sino que tiene reglas. “Atar y desatar” se encuentran en modo subjuntivo, expresando una posibilidad que está basada no en mi poder, sino en la relación cercada que hay entre 2 personas.
El principio aquí es que: Para atar y desatar debemos ser guiados por el Espíritu Santo, pues vamos a declarar en base a lo que él quiere hacer y no lo que yo quiero que pase.
¿Cómo funciona esto? Vemos un ejemplo:
Muchos creyentes piensan que sólo por declarar que se abran las ventanas de los cielos y venga prosperidad económica, ya por esto sucederá. Pero no funciona así, pues Dios ha establecido que para bendecirnos materialmente debemos ser fieles en nuestros diezmos y ofrendas. Entonces, si estás pasando por una crisis económica, primero sé fiel al Señor con tus finanzas, y luego ora para que se desaten las bendiciones materiales.
¿Y qué pasa si estoy siendo fiel al Señor y aún así estoy pasando por un tiempo de escasez económica? Esto se llama “prueba”, y Dios la está permitiendo con el propósito de aumentar tu fe en él, para que dependas de él sin importar lo que suceda (1 Pedro 1:7). Entonces, si Dios te ha permitido pasar por esta prueba, por más que ates y desates, no saldrás de ella hasta que se forme en ti lo que el Señor desea.
Ilustración: Dios decidió establecer este hermoso templo en este lugar, tomó varios años su construcción, algunos lo veían como una locura o imposible. Sin embargo, Dios había tratado claramente con los pastores de esta iglesia y sabían que se movían en la voluntad de Dios. También los miembros de la iglesia comprendieron que ésa era la voluntad de Dios, por eso se esforzaron, trabajaron y declararon que las puertas de los cielos se abrirían…y así sucedió, y del mismo modo se terminará lo que falta.
Conclusión:
- Debemos nacer de nuevo:
- Para ver el reino de Dios
- Para entrar en el reino de Dios
- Debemos ser guiados por el Espíritu Santo:
- Para creer y confesar a Jesús como el Salvador
- Para nacer de nuevo
- Para ser edificados sobre la roca
- Para destruir el reino de Satanás
- Para usar las llaves del reino
- Para atar y desatar.
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