Frutos, Dones y Ministerios Espirituales – VI

El hermoso árbol frutal que el apóstol Pablo exhibe en Gálatas 5:22,23 que contiene nueve frutos, entre los que también aparece el fruto de la benignidad, cuya palabra es una transliteración del Griego “Chestotes”. Los exégetas bíblicos dan los siguientes significados a la benignidad: “Disposición de ser caballeroso, amable, gentil y refinado en carácter y conducta”. El término hebreo para benignidad es “tob”, que “comunica la idea de bueno, beneficioso, favorable y correcto”. Estos significados de la palabra benignidad pueden ser encontrados en Génesis 2:9; 6:21; Job 34:4; Salmos 34:8; 106:11. Este fruto del Espíritu es indispensable para relacionarnos con las demás personas. Los creyentes deben ser benignos unos con otros (Efesios 4:32).

El árbol frutal presentado por el apóstol de los gentiles también exhibe el fruto de la bondad, cuyo término es una transliteración del Griego “Agathosume”, que es el “resultado del carácter que demuestra ser bueno, virtuoso y generoso; se compara a Dios, quien es bondad para con todo el mundo, sin excepción” (Éxodo 33:19; Salmo 23:6; Mateo 5:44-48). Dios es bondadoso, lo cual demostró al dar a su Hijo unigénito para redimir al mundo del pecado (Juan 3:16; Efesios 2:7). Los creyentes debemos dar el fruto del Espíritu denominado bondad. Pablo oraba por los tesalonicenses para que Dios cumpliera “todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder” (2 Tesalonicenses 1:11).

El árbol frutal, que produce nueve frutos, según el apóstol Pablo, no estaría completo sin estos frutos de la benignidad y la bondad, que junto al de la paciencia, funciona de manera horizontal, a fin de conectarnos con los que nos rodean. El parámetro del creyente para producir estos tres frutos del Espíritu es el mismo Dios, puesto que es paciente con todos nosotros, a la vez que benigno y bondadoso para con todos, creyentes y no creyentes, ya “que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos” (Mateo 5:45).

Rvdo. Félix Hernández

Pastor y fundador de la Iglesia de las Asambleas de Dios Templo el Calvario, Santo Domingo, Rep. Dom.