Frutos, Dones y Ministerios Espirituales – XXIII

El apóstol Pablo, al continuar refiriéndose a los “diferentes dones” en el capítulo doce del libro a los Romanos dice que el que posea el don de la enseñanza, se ocupe en enseñar; es decir, que cada creyente debe poner a funcionar el don que por la gracia de Dios haya recibido. Puesto que los dones no son dados a los nacidos de nuevo para uso personal, sino para la edificación del Cuerpo de Cristo, que es la iglesia, es necesario ponerlos a funcionar, a fin de que tengan el resultado que el Señor que los reparte a través del Espíritu Santo, espera.

Notaremos más adelante, en próximas entregas, que los maestros están clasificados dentro de los cinco ministerios que aparecen en Efesios capítulo cuatro y en primera de Corintios 12:29. Las versiones anteriores de la Biblia utilizaban la palabra doctor para el ministerio de maestro. De modo que “el que enseña” es diferente al maestro, puesto que este último debe cumplir con el ministerio que ha recibido, tal como le exhorta el apóstol Pablo al joven ministro Timoteo, cuando le dice: “cumple tu ministerio” (2Timoteo 4:5); mientras que aquellos que enseñaban parece que no lo hacían como un ministerio, sino cuando aparecía la oportunidad o la necesidad.

La enseñanza es un deber para todos los creyentes, puesto que Cristo ordenó diciendo: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19). Cuando el Señor Jesucristo, después de resucitar dio esta comisión a todos los discípulos que llegaron a un monte de Galilea para despedir a su Maestro. Los discípulos de Cristo han sido obedientes a este mandato de su Maestro desde la era apostólica hasta este siglo XXI. Todos los siervos del Señor somos responsables de enseñar a los que se convierten “todas las cosas que a nosotros se nos ha enseñado de la palabra de Dios”, teniendo siempre sumo cuidado en no adulterarla ni mutilarla, sino tal como fueron inspiradas por el Espíritu Santo.

Rvdo. Félix Hernández

Pastor y fundador de la Iglesia de las Asambleas de Dios Templo el Calvario, Santo Domingo, Rep. Dom.