Personajes Bíblicos Ejemplares – XXII

Personajes Bíblicos Ejemplares – XXII

El Dios Todopoderoso nuestro no hace acepción de personas, ya sea por raza, sexo o posición social; por lo cual Dios amó al mundo de tal manera que envió a su único hijo, a fin de que todo aquel que en el crea no se pierda, sino que tenga la vida eterna, de acuerdo a las palabras del mismo Cristo en Juan 3:16. Por tanto, Dios en su inmenso amor quiere la salvación de todas las personas y es cada persona que escoge salvarse o perderse, y Dios en su omnisciencia conoce de antemano quienes se van a salvar y quienes van a escoger la salvación; pero repetimos, no es que el Dios de amor y misericordia determine la salvación o perdición de las personas, sino que deja a cada uno a su libre albedrío o voluntad.

Ester, una joven judía huérfana adoptada por su primo Mardoqueo, que víctimas del cautiverio se encontraban viviendo en Persia, país que hoy lleva el nombre de Irán. A causa de la destitución de Vasti como reina por su propio esposo, el rey Asuero, el país quedo sin reina, por lo cual se realizó un concurso donde acudirían las jóvenes vírgenes más bellas del país, entre las cuales se encontraba Ester, quien fue instruida por su primo y padre de crianza, Mardoqueo para que no revelase su nacionalidad, puesto que quizás la subestimaran por ser una extranjera de procedencia judía. La belleza exterior e interior de Ester provocó que ganara el concurso y fuera escogida como reina de la poderosa nación Medo-persa.

La escogencia de la joven Ester como reina en una nación extranjera en un concurso donde habían muchas bellezas que con seguridad llevaban los requisitos requeridos para ser reina, es un ejemplo de que Dios no hace acepción de personas. El Dios a quien Ester servía estuvo en el asunto de la selección de esta doncella como reina, puesto que el Todopoderoso tenía un propósito con esta joven. Cuando el príncipe Amán planificó la destrucción de todos los judíos en ese país, fue la reina Ester el canal de Dios para librar a su pueblo, la cual valientemente expresó: “Entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca” (Ester 4:16). De esta manera, Dios utilizo a una mujer, a fin de librar a su pueblo, demostrando así que “no hace acepción de personas”.

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Pastor y fundador de la Iglesia de las Asambleas de Dios Templo el Calvario, Santo Domingo, Rep. Dom.